domingo, 12 de abril de 2009

Lisboa


Lisboa. Rumor de fados, sabor a Oporto y olor a mar. Ciudad para conocer, no para ver. Me encontré a mi mismo en el gris de sus calles, en la tristeza de su gente. A través de sus miradores atisbé una nueva meta, vi dormir al sol sobre el atlántico a ritmo de timbales. Es especial, llena de rinconcitos donde empezar de nuevo, donde nadie es nadie, donde tu no existes. Todo está viejo y usado, como las excusas que pueblan mis borracheras. Los sueños viajan en tranvía siempre cuesta arriba. Las luces de los bares son putas drogas que adormecen las heridas.
Alfama, el Santa Cruz de allí, de ventanucos abiertos y esquinas enmarañadas, ahora sí puedo. Sol de Caparica para llegar a casa volando alto. Comienza un nuevo cuento...
 
Escrito por Brasidas a las 22:05, |
  El 14 de abril de 2009, 21:18 Anonymous tabessa dijo:
Me encanta que estés con las pilas cargadísimas para afrontar la primavera!! Eso sí, que no se quede todo en palabras bonitas escritas en el blog eh??
Te estaré vigilando!
  El 15 de abril de 2009, 11:34 Anonymous Rocío dijo:
Genial...! Abrir la ventana y ver los colores de la primavera, sus aromas y mantener en alerta nuestros sentidos para no dejar escapar ni un solo detallito d todo lo bueno q nos muestra la vida...