Llantos de soledad

Poco a poco el año sigue su curso, yo sigo inmerso en mi cábala diaria sobre el qué pasará. Falto de experiencias, falto de ilusión, con muchas ganas pero efervescentes. Se deshacen a las primeras de cambio. En una nueva casa, en nu nuevo barrio, huyendo de ladrones que me roban la vida, y de ladronas que me roban el alma. Todos los días quieren ser el comienzo de una nueva etapa, y terminan siendo el final de la misma historia. Mañana otra dosis de mi única droga, el movimiento, moverme tan rápido que no me deje pensar más allá de la semana que viene. Velocidad vertiginosa, para que la sangre suba a la cabeza y deje descansar un poquito al corazón. Malditas las ganas. Nortes de pañuelos rojos, sures étnicos, y después agua. ¿dónde cojones te metes?, me canso de buscarte.



PD: Saliendo un poco de mi inframundo, vuelvo al mundo real para despedir de la blogosfera a mi bollito preferido. Fue un placer leerte, y lo es aun más compartir un trocito de vida contigo.