jueves, 23 de octubre de 2008

El camino

Sin seguir flechas amarillas ni madrugar cada mañana, rebusco en el cajón de mis adentros las sensaciones que ahora flotan, y que olvidadas se hundieron. Dejando cada día un poquito más atrás la salida, las primeras etapas, las ampollas, los dolores y las lágrimas. Este estado que tanto he echado de menos. Sólo había que tener paciencia. Paso a paso, por desfiladeros y barrancos, descubriendo verdades de luna lunera y los embustes más rastreros. Una mala gripe que había que pasar. Y ahora de espaldas a la vida, es mucho más fácil sonreír. Toca disfrutar.



 
Escrito por Brasidas a las 3:17, | 4 También lloran
sábado, 11 de octubre de 2008

Martí

La verdad es que éstas no son horas de escribir. No pretendo que lo que salga sea bonito, o tenga un mínimo de coherencia. Estoy muy borracho, ya lo estaba a las 10 de la noche, pero me he vuelto en taxi porque soy grande y fuerte. Podría hablar de muchas cosas, pero las ninfas están de juerga por ahí y pasan de mi a jierro. No voy a hablar de todas las cosas feas que me han pasado, ni de cobardes que se quitan la vida, ni de amigos que no lo son tanto, ni de tantas otras mierdas. Tampoco voy a hablar de como el otoño ha llegado con fuerza, con la gente de siempre, con su elephunk, con sus Hombres G + Mecano en el Sopa, con sus borracheras sucias y de hambre. Quiero hablar de Josep Lluis Martí. Ya sé que me prometí no hablar de fútbol aquí, pero no encuentro un ejemplo mejor, se aceptan propuestas.
Martí es el clásico jugador de club, para los que no sepan de fútbol ésto significa el típico jugador que lo da todo por el equipo. Martí destruye, Martí construye, Martí hace la cobertura cuando alguien se descoloca, Martí pasa la pelota, Martí hace ruedas de prensa cuando el equipo va mal, Martí es el capitán... en definitiva Martí se parte la cara por sus colores. Ya no defiende mi camiseta, pero lleva tatuado un 16AP en su dorsal para recordar a Don Antonio Puerta. Ese crack nacido en Mallorca, ha aprendido a vivir una ciudad y unos colores que no eran los suyos y los defiende a muerte sin sacar ningún tipo de beneficio. Yo me siento Martí, desde hace un tiempo, y no me importa. Yo no tengo calidad, ni soy el que metes los goles, ni el que el público corea cuando sale del campo. Yo soy Martí, el del trabajo sucio, el que está siempre pidiendo la pelota... al que no le importa nada más que el equipo. Sin duda el que más disfruta con sus victorias, y el que más sufre con sus derrotas. Y aquí no pasa nada. Siempre Martí.
 
Escrito por Brasidas a las 5:10, | 1 También lloran