Llantos de soledad

Ojalá alguien me hubiera enseñado a escribir cosas bonitas para poder contar cuantos momentos buenos he vivido en este tiempo de ausencia. Sería imposible que pudiera quedar plasmado en un papel. Han sido tantos los brindis, los abrazos, los besos... todos especiales. Una semana y media apoteósica de acontecimientos que estoy tratando de asimilar. Diré que he sido feliz, muy feliz, que hay momentos que voy a guardar para siempre en mi memoria, y que por encima de todo espero que todo se pueda mejorar. No sólo ha sido la feria, es abril, es ayer, es todavía... Supongo que no puedo transmitir el huracán que llevo dentro, pero estoy tan contento, que tengo ganas de gritar muy fuerte, que retumbe todo, que se entere el mundo de que venga lo que venga, hoy puedo con todo.