Llantos de soledad

Se terminó, un año más. Vuelve la gente a llenar las ciudades, las playas desiertas, las chaquetas de entretiempo. El ruido descomunal empujándonos al estrés de las obligaciones diarias sin sentido. ¿Hasta cuándo va a estar dando vueltas la ruleta? Espero algún día cambie nuestro sino y seamos capaces de romper la baraja prediseñada para tener un verano de verdad. No ha sido un verano cualquiera el que ahora se marcha dejándome la vida al revés. Miles de ratitos de ensueño, pero también largas horas de miradas perdidas, de un teléfono que no sonó, y de trenes que te llevan a una estación fantasma. Poca playa para lo que me hubiera gustado, poca fiesta para las ganas que tenía, y pocos besos para los que tenía planeado. Ahora sólo queda aguantar la respiración, y a correr mucho mucho, para que vuelva a llegar abril con su olor a felicidad. Contento de la gente que he conocido, de las experiencias vividas, y de seguir pensando que lo mejor siempre está por llegar. La vida a veces te invita a una ronda pero la luna a mi siempre me sabe a poco.





Escuchando: "Corazón de tiza" Rosario Flores (Radio Futura), Arde la calle.