Llantos de soledad

Y al igual que el otoño sustituye el verano, la calma llega después de la tormenta. En esta vida de idas y venidas, de subidones y castañazos, hoy me siento bien. Quizás porque hoy pueda pensar con claridad sobre lo que tengo y sobre lo que dejo de tener. Pero realmente no cuesta tanto ser feliz. Un plan improvisado, algo de cerveza y lancémonos a la aventura. Llámalo exaltación de la amistad, o como te de la gana, pero me alegra sentirme así. Saber que puedo contar con mucha gente, pero que con ella más, que aunque correr siempre fue de cobardes, prefiero correr cogido de la mano. Y nada, que a ver quién es el guapo que me quita a mí tarde de hoy. Próxima estación, Roma.





Escuchando: "Presentación" Araka la kana, Araka la kana.