Llantos de soledad

Hace ya días que no me pasaba por aquí, pero como dije en mi último post, este rinconcito también se vestía de lunares para bailar por sevillanas. Ha sido una feria diferente, rodeado de gente diferente, los míos este año estaban lejos pero aun así tirando de agenda he podido cerrar una de las ferias de las que mejores recuerdos voy a guardar. La gente que vive fuera no entenderá muy bien lo que aquí ocurre en feria. No es sólo una fiesta, es una oportunidad de encontrarte con gente con la que normalmente no estás, ya a éstas edades es muy difícil coincidir con algunas personas, pero en feria todo es distinto. El móvil ardiendo de gente que le apetece verte, bailar, cantar y echar unas risas... ese es el encanto de la feria de abril, evidentemente para el visitante tendrá otros muchos pero para mi éste es el mas atractivo. Gracias a todos los que me habeis regalado tantos momentos esta feria.
Por otro lado, el sábado volví a pisar el mar. La playa estaba prácticamente vacía, y allí seguía él, inmenso, azul. Me sirvió para recapacitar hacia donde estoy reconduciendo mi vida, y llegué a la conclusión de que he tomado el camino correcto. Apuesto toda mi vida a un sólo número con la extraña seguridad de que todo va a salir bien. Espero que si.
Y bueno después de toda una semana de vacaciones, vuelta a la rutina, trabajo, facultad, exámenes, pero con las pilas bien cargadas, que me quiero comer ya el mes de mayo y que el verano inunde mi piel. Que dios nos coja confesados.



Escuchando: "Entre hormigones" Marea, Las aceras están llenas de piojos